Serie Memoria Frágil

Reconocemos lo cotidiano por vivido y no vemos los cambios que el tiempo opera en ello. El cambio se produce segundo a segundo y eso lo hace imperceptible para que la memoria lo registre. Cuando ocurre lo irremediable y dejamos de ver aquello que antes era lo habitual, perdemos dichos contornos. No en un primer momento pero cuando el tiempo se dilata la memoria se vuelve frágil y le cuesta reconocer aquello que antes le era fácil. Como el agua la memoria forma o desdibuja, ahora borrosa antes perfectamente visible... y en un espacio breve o extenso de tiempo, volvemos a reconocer aquello que por necesidad o casualidad nos topamos de nuevo.

Julio Álvarez Yagüe